«NUEVOS AIRES CHILENOS PARA OBOE 2020»
En un año complejo, donde la mayoría de los conciertos cancelados marcaron la inactividad de creadores e intérpretes, este disco buscó registrar la relación colaborativa entre compositores chilenos y este oboísta.
Nuevos Aires Chilenos para oboe nace por la necesidad de contribuir a la literatura de este instrumento trabajando junto a compositoras y compositores nacionales, siendo de vital importancia para el desarrollo de este propósito, la interpretación y difusión de estas obras en diversos escenarios y medios de comunicación. Al momento de escribir esta presentación, el catálogo de estas piezas reúne ciento dos obras en diversos formatos donde el oboe ocupa un lugar protagónico.
Esta reciente producción fonográfica está conformada por seis piezas de diversos orígenes y búsquedas estéticas. En unas, sus voces son cercanas a líneas modales o incluso melodías que referencian sucesos que han afectado a la sociedad chilena como las manifestaciones sociales de octubre pasado u homenajean al pueblo mapuche.
Otras en cambio, tienen en su origen la organización del material sonoro a partir de colores menos convencionales del instrumento o sonoridades más próximas al ruido.
Compositor y licenciado en música de la Pontificia Universidad Católica de Chile. En el año 2014 obtiene el «Premio Darwin Vargas», gracias a su obra «91» para orquesta de cuerdas, la cual fue estrenada por la Orquesta Marga Marga bajo la dirección de Luís José Recart. En el año 2018 obtiene el premio del concurso «Atacama en cinco líneas» organizado por la Orquesta Sinfónica de Copiapó, gracias a su obra «Desiertos de Alicanto». A partir del año 2016 pasa a formar parte del Proyecto Origami, plataforma destinada a la creación e interpretación de nueva música chilena.
Durante el año 2017 su música fue incluida en el proyecto «Nueva música para jóvenes audiencias», organizado por la agrupación Solístico de Santiago, proyecto que estuvo bajo la dirección de Paolo Bortolameolli. En el año 2018 fue nominado a los Premios Pulsar en la categoría «Mejor artista de música clásica o de concierto», gracias a su obra «Senderos» para cuarteto de cuerdas. Durante el mismo año, fue nombrado Compositor residente de la Orquesta de Cámara de Antofagasta, la cual dirige Pedro Baeza Santelices. Junto con dedicarse a la creación de música contemporánea, fue director asistente de la Camerata del Nuevo Santiago; agrupación residente del Palacio Álamos. Actualmente cursa estudios de Pedagogía en la Universidad de Chile.
Su música ha sido interpretada en diversos escenarios del país, como la Sala Arrau del Teatro Municipal de Santiago, el Teatro Municipal de Viña del Mar, Teatro Pompeya de Villa Alemana, Aula Magna de la Universidad Austral de Chile, Centro Cultural Gabriela Mistral, Teatro Municipal de Antofagasta, Teatro del Lago, entre otros.
Escrita para oboe y encargada por el destacado oboísta nacional José Luis Urquieta, esta pieza responde a una búsqueda personal del compositor en torno a las sensaciones producidas por la meditación. La música procura transmitir una cierta serenidad, la cual no está exenta de momentos agitados. Tal como ocurre en una meditación, muchas veces pareciera ser que nuestra mente no logra llegar a un estado de calma.
Comenzó sus estudios de composición bajo la guía del maestro Andrés Maupoint en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, lugar donde obtuvo su Licenciatura en Composición con Distinción Máxima. En el año 2012 comienza sus estudios de postgrado en el King’s College London, lugar donde recibe los grados académicos de “Master of Music” y “Doctor of Music” bajo la tutela de la compositora Silvina Milstein.
Su música ha sido interpretada en los principales festivales de música contemporánea de Chile y en conciertos en las principales capitales europeas. Marcos ha colaborado con diversos grupos instrumentales entre los que destacan la Orquesta Sinfónica de Chile, Taller de Música Contemporánea, United Instruments of Lucilin, Dúo Qiri, Dúo Fischer-Lavado, Trío Dibujos, entre otros. También ha colaborado con varios intérpretes y solistas como los pianistas Ian Pace, Danor Quinteros, Christoph Scheffelt, Charles Abramovic, el clavecinista Yago Mahúgo, además de los oboístas José Luis Urquieta y Leonardo Cuevas.
Además de sus actividades artísticas y académicas, Marcos es un apasionado gestor cultural activo en el Reino Unido donde ha establecido importantes vínculos entre artistas chilenos e instituciones artísticas y educativas. Actualmente se desempeña como profesor de composición e Historia de la Música en el Cambridge School of Visual and Performing Arts y como Asesor Cultural para la Anglo Chilean Society.
Es el carácter delicado, fugaz y casi inasible de estas piezas el que ha inspirado el título que las agrupa. “Mariposas de Sol” es un grupo de tres piezas breves que, como el elegante insecto, posee una corta vida sonora. De las tres mariposas que dan forma a este ciclo, son las dos primeras las que evocan, si el auditor así decide percibirlas, esa cualidad volátil y frágil que caracteriza a los insectos coleópteros. La inasibilidad de esta música, especialmente en las dos primeras piezas, tiene relación con la brevedad de los gestos musicales sobre los cuales se construye el discurso. En “Mariposa de Límpidos Cristales”, por ejemplo, se puede apreciar un viaje entre los registros extremos del oboe, con una insistencia sobre la nota re en la parte baja del instrumento, la que será débilmente reflejada, como un eco albeado, en el registro alto, hacia el final de la pieza. De manera similar, el desarrollo del carácter esquivo continúa en “Mariposa Errante” en donde el carácter cambiante de la melodía forcejea contra la resignación y la comodidad que ofrecería la estabilidad anímica y la disminución en el movimiento. Finalmente, y siguiendo con el ejemplo de lo que nos han enseñado los maestros del pasado, el contraste, siempre necesario, llega de la mano de la última pieza titulada “Mariposa Furiosa”. Aquí, la música se torna más oscura, más pesada y virtuosa, haciendo uso de la energía, hasta ahora contenida, de las piezas anteriores. Los gestos que antes tendían la brevedad, aquí se han concatenado de manera tal que el rictus resultante es más intenso, y los gestos, de más largo aliento. Es así como en mis “Mariposas de Sol” me he propuesto escribir un viaje sonoro que va desde la delicadeza contenida de las frases breves hasta la fluidez virtuosística de la furia insubordinada del final. “Mariposas de Sol” fue escrita en febrero del año 2020 y ha sido dedicada a José Luis Urquieta.
David Cortés Rodríguez (1985)
Magíster en Artes con mención en Composición Musical de la Universidad de Chile. Nació en Santiago de Chile, el 16 de diciembre de 1985. Entre el 2006 y 2011 cursó la Licenciatura en Composición en la Universidad de Chile siendo su maestro Fernando Carrasco, donde egresó con distinción máxima. El 2011 obtuvo el primer lugar con su obra Tololo (2011) en el prestigioso Concurso de Composición Luis Advis, organizado por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes del Gobierno de Chile. Posteriormente, su obra fue interpretada en Argentina (2018) y Estados Unidos (2019) por la violista chilena Georgina Rossi. Participó como jurado seleccionador de obras en el XV Festival Internacional de Música Contemporánea organizado por la Facultad de Artes de la Universidad de Chile y en la III versión del Concurso de Composición Carlos Riesco, de la Academia de Bellas Artes de Chile. En octubre del 2014 fue entrevistado para el programa Pentagrama de la radio USACH por Walter Krumbach, grabando 25 minutos de conversación sobre su trayectoria como compositor y 30 minutos de música propia. En el año 2019 asumió como presidente de la Asociación Nacional de Compositores-Chile (ANC), donde junto a la directiva vigente gestionó la temporada de conciertos “ANC en otoño 2019-2020”, la publicación de su boletín informativo y la instauración de políticas internas acorde al contexto actual.
Es una obra escrita para oboe la cual contribuye a enriquecer, desde el imaginario musical del compositor, este concepto fundamental que ha predominado en la sociedad chilena desde el 18 de octubre del 2019.
Comprende tres secciones diferenciadas por sonidos, motivos y frases que aluden a tres estados emocionales que ocurren a consecuencia de lo ocurrido desde dicha fecha. La primera de ellas, titulada «Punto de encuentro», representa un diálogo entre cercanos con diferentes miradas y opiniones que, si bien, tienen varios puntos de encuentro, se tienden a polarizar en la medida que cada uno se mantiene en su «posición ideológica”. Estas posturas son representadas por las notas la bemol, la natural y la sostenida, una suerte de izquierda, centro y derecha de la política que insiste en validarse por sobre las otras miradas de la ciudadanía. Es por ello que, en esta sección, son las únicas notas alteradas. Excluyendo las notas escritas en las apoyaturas, son, además, los sonidos con mayor participación y duración. La sección intermedia alude a la «Rabia». Esta sensación ocurre por la imposibilidad de alcanzar la tan anhelada dignidad colectiva. Estos impulsos de ira son representados por cambios abruptos de dinámica, además de incorporar el nerviosismo del trino, trémolo y frullato para dar una mayor intención de excitación. La última sección es nombrada «Abatimiento» y representa una suerte de lamento, un canto de resignación y cansancio. El material musical trabajado al final de la obra incorpora la ejecución del vibrato, controlando el batimiento propio de esta técnica a diferentes velocidades para agregar un factor de mayor expresividad.
Nació en Santiago de Chile, y vivió en Gorizia, norte de Italia por varios años antes de finalmente situarse en Melbourne, Australia en el 1972. El año 2007 completó su Doctorado en Filosofía (PhD) en la University of Melbourne. Sus premios de composición incluyen el Jean Bogan Prize (Australia), ‘John Cage Centennial’ Wolf Museum of Music and Art Composition Prize (EEUU), Friends & Enemies of New Music Composition Prize (EEUU), Dorian Le Gallienne Composition Prize (Australia), Betty Amsden Award (Australia), Louisville Orchestra Prize (EEUU), APRA Award for Orchestral Composition (Australia), Oare String Orchestra Judges’ and Audience Prize (Reino Unido), Michelle Morrow Memorial Award (Australia), y el Zavod Jazz/Classical Fusion Award (Australia). Entre abril y julio del 2019 se desempeñó como profesor visitante en la Universidad de las Artes de la Prefectura de Aichi (Nagakute, Aichi, Japón). La música de Pertout ha sido interpretada en más de cincuenta países por orquestas, ensambles e intérpretes que incluyen, entre otros, la Melbourne Symphony Orchestra (Australia), Orchestra Victoria (Australia), Orquesta Sinfónica Nacional de México (México), Vietnam National Opera and Theatre Choir and National Symphony Orchestra (Vietnam), Orquesta Sinfónica Nacional de Chile (Chile), Orquesta Sinfónica de Concepción, Orquesta Sinfónica de La Serena (Chile), Orquesta Marga Marga (Chile), Orquesta de Cámara de Chile, Orquesta de Cámara de Valdivia (Chile), Arcko Symphonic Ensemble (Australia), Australian Discovery Orchestra (Australia), Logos Foundation Robot Orchestra (Bélgica), University of Hong Kong Gamelan Orchestra (China), La Chapelle Musicale de Tournai (Bélgica), Oare String Orchestra (Reino Unido), Noah Getz (EEUU), Phyllis Chen (EEUU), Michael Kieran Harvey (Australia), Sonemus Ensemble (Bosnia-Herzegovina), Sori Ensemble (Corea), Omni Ensemble (EEUU), y el Ensemble für Neue Musik Zürich (Suiza).
«¿Qué pasaría si la tierra pudiera hablar?»
Especialmente encargada por José Luis Urquieta, esta pieza está dedicada al pueblo mapuche (los habitantes indígenas del centro-sur de Chile y el sudoeste de Argentina), quienes, como grupo indígena colectivo con una estructura social, religiosa y económica común, representan el 80% de los pueblos indígenas en Chile y aproximadamente el 9% de la población chilena total. Un hecho histórico significativo es que, a pesar de los continuos esfuerzos de los primeros colonos europeos para subyugar a los pueblos indígenas en el Nuevo Mundo, los Mapuche, con su increíble resistencia, resistieron la dominación durante más de 300 años. De hecho, los mapuches son el único grupo indígena sudamericano que hasta la “Pacificación de la Araucanía” en 1883 permaneció sin ser conquistado tanto por los colonialistas españoles, como por el Imperio Inca (el imperio más grande de la América precolombina). El nombre “Mapuche” se compone de dos partes: “mapu”, que significa tierra; y “che”, que significa persona. Su idioma, “mapudungun”, es una lengua araucana relacionada con “Huilliche” (una rama moribunda de la familia de lenguas araucanas hablada por unas 2.000 personas de etnia huilliche en Chile). La UNPO (Organización de Naciones y Pueblos No Representados), una organización internacional basada en una membresía establecida para empoderar las voces de los pueblos no representados y marginados en todo el mundo con el objeto de proteger sus derechos humanos fundamentales, afirma que las “relaciones socioculturales y políticas” de los mapuche “siempre han sido moldeados y complementados por su espiritualidad, sus creencias religiosas, y la fuerte relación entre el hombre, la tierra y la naturaleza.”
En su capítulo de Política Cultural en América Latina (2000) titulado “Los entresijos de la cultura mapuche en Chile”, Sara McFall y Roberto Morales explican: “Los mapuches tienen una relación espiritual con la tierra, a través de la cual mantienen un vínculo con sus antepasados y el mundo espiritual”. Expresan el hecho de que la tierra no tiene valor de mercancía para los mapuches; venderla sería como vender la madre de uno; sacar a los mapuches de sus hogares ancestrales sería arrancar un árbol antiguo del suelo y trasplantarlo sin sus raíces. “¿Qué pasaría si la tierra pudiera hablar?” celebra la cultura mapuche, y su título se ha utilizado conceptualmente en referencia directa a los mapuches y su filosofía espiritual que conecta al hombre, la tierra y la naturaleza.
Cristián Aarón Pereira Muñoz (1984)
Compositor, director de la Orquesta de Cámara Municipal de Chonchi y Profesor de Violoncello de la Orquesta Filarmónica Municipal de Chonchi.
Titulado de la Universidad de Talca como Profesor de Música, Licenciado en Canto y Dirección Coral. Realiza una pasantía en la Universidad Nacional de Cuyo en Mendoza donde realizó cursos de armonía, contrapunto, fuga y análisis de la música de Siglo XX. Además, posee un Certificado en etapa básica de Violoncello de la Universidad de Chile. Sus maestros en composición han sido Gonzalo Martínez, Mario Masera y Mirta Bustamante, y en violoncello, Jorge Espinoza.
Ha participado de diversos certámenes y competencias, ganando la primera y tercera versión del Concurso de Composición del Solístico de Santiago. Asimismo, ha estrenado obras concertantes junto a destacados músicos y agrupaciones internacionales entre los que destacan: Dúo Awka (Guitarra), José Luis Urquieta (Oboe), Macarena Ferrer (Violín), Jorge Espinoza (Cello), Luca Ferrini (Piano), Nhassim Gazale (Contrabajo), Katarina Pawslasky (Cello), Solístico de Santiago, Orquesta Marga Marga, Orquesta Filarmónica Municipal de Chonchi. A lo largo de su trayectoria como compositor, se ha enfocado principalmente en el desarrollo del aprendizaje instrumental y orquestal en etapa inicial, medio y avanzado para niños y jóvenes instrumentistas.
Para oboe solo con pista optativa.
De tiempo pesante y libre interpretación, esta pieza ha sido dedicada a aquellos que nunca deberían ser olvidados, a quienes sacrificaron todo por la Libertad e Igualdad. Esta niebla ficticia es la triste y cruel analogía de la mezcla del humo de las lacrimógenas y el líquido de los carros lanza agua, donde se trata de retratar el caos, impotencia, sufrimiento y desesperación de un pueblo. Es la dificultad de respirar, correr y gritar, pero nunca, de las ganas de luchar.
Nace el 19 de octubre de 1993 en Santiago de Chile. Ingresa el año 2013 a la carrera de Composición Musical en la Universidad de Chile bajo la tutela de Miguel Letelier y posteriormente estudia con Andrés Maupoint.
Como parte del programa impartido en la Universidad lleva a cabo también estudios de armonía con Andrés Ferrari, contrapunto con Rolando Cori, orquestación con Jorge Pepi-Alos y música electroacústica con Edgardo Cantón Aguirre y Andrés Ferrari, además de otras materias. Ha compuesto en su mayoría obras de cámara, orquesta, y música acusmática, la mayoría de ellas estrenadas en Chile.
Desde el comienzo de la obra se plantea una narrativa de variación perpetua que, a través de un gesto protagónico de reminiscencia modal, va creando y modificando entornos variopintos. Éstos, ya sea mediante un virtuosismo caótico o una contemplación estática, nunca reniegan de su origen, sino que se retroalimentan de él para desarrollar y germinar nuevas impresiones.
Producción musical: José Luis Urquieta
Producción: Juan Manuel Quinteros (Track 7)
Grabación, mezcla y masterización en Oir Estudio:
Raquel Painean y Jorge Albarnez (Tracks 1, 2, 3, 4, 5, 8)
Ingeniero de grabación: Felipe Leighton (Tracks 6 y 7)
Grabado en Estudio Sound Nation Records (Tracks 6 y 7)
Grabado en el Salón MECESUP
Departamento de Música de la Universidad de La Serena, Chile. (Tracks 2, 3, 8)
Fotografía: Felipe Monardes Mena
Marzo – Diciembre 2017