Nuevos Aires Chilenos Para Oboe & Ensambles

Nuevos Aires Chilenos Para Oboe & Ensambles

«NUEVOS AIRES CHILENOS PARA OBOE & ENSAMBLES»
¿Cuáles son los principales compositores y compositoras de Chile? ¿Cuáles son las corrientes estéticas predominantes? ¿Cómo se conectan con la tradición de la música occidental? ¿Cómo reaccionan al actual escenario social y económico? Las respuestas a estas y otros cuestionamientos se pueden encontrar en este CD.
Cuando José Luis Urquieta Plaza presentó su CD doble con obras para oboe solo, ya había realizado un hecho extraordinario. Se podría pensar que esa contribución ya sería más que suficiente, pero este «inquieto» artista presenta ahora nueva etapa del proyecto, con obras compuestas entre 2015 y 2017, en las que el oboe es acompañado por diferentes conjuntos, desde un piano preparado, hasta una pequeña orquesta de solistas.
Es posible observar una nueva generación de compositores para los cuales el contacto con la música se hace sin barreras geográficas o culturales y, tal como es el mundo de hoy, conectado en red, se vislumbra en la música chilena un cosmopolitismo, una integración a gran escala estableciendo diálogos con las diversas corrientes musicales de la actualidad.
Sin embargo, hay que resaltar que estos compositores no están ciegos con lo que ocurre en su entorno más cercano. No son inmunes a la memoria dura del totalitarismo, o al neoliberalismo, que suele dejar de lado a las artes creando nuevas formas de censura en nombre de la «buena moral» y de la «protección de los valores» de la sociedad, como en un caso reciente ocurrido en Brasil. Esta nueva forma de represión se enfrenta a través de la creación independiente, de la investigación del lenguaje, del estudio de asuntos que aún hoy nos preocupan en América Latina: la memoria de la tortura, la falta de apoyo de los organismos culturales a la creación contemporánea, por ejemplo.
Por último, la relación entre creadores e intérpretes muestra aquí su rostro más feliz. El Proyecto Nuevos Aires Chilenos tiene una amplitud admirable. José Luis comisiona, estrena, graba y publica nuevas obras. Este proyecto ha sido observado con cariño por varios artistas, y particularmente por mí, desde Brasil. En realidad, es una inspiración. Que vengan más «Nuevos Aires».
Profesor Lucius Mota
Cristian Mezzano (1978)
Compositor y trombonista, obtiene diferentes reconocimientos como la Beca Fundación de Orquestas Juveniles e infantiles, Beca Teatro Municipal de Santiago, así como también diferentes premios por sus obras para Orquesta (segundo lugar en el concurso de composición Luis Advis 2005 por su poema sinfónico CANTO QUE AMABAS, finalista con su obra ARQUEOMÚSICA, estrenada por la Orquesta de Cámara de Chile en el 2008, finalista en el 2º concurso de composición musical Casa de las Americas en La Habana, Cuba, con su obra EL VERBO AMÉRICA, para barítono y gran orquesta). Sus obras han sido archivadas y analizadas en Alemania, Argentina, Brasil, Cuba, España, Paraguay y Uruguay.
Ha explorado la notación gráfica y su formación de trombonista le ha legado una particular sensibilidad por los vientos y sus fraseos. A esto se suma un característico tratamiento del ritmo. En FRENTE (2017) el oboe se ve enfrentado a un percusionista en una especie de colisión, un combate de fuerzas donde por supuesto el contraste se vuelve materia prima. Está dedicada a “los héroes contra la tiranía militar en Chile”. Se inicia con un sensible solo de oboe, que según el compositor es una elegía por los jóvenes que dieron su vida luchando y manifestándose en contra de la dictadura de Pinochet. Ambos músicos despliegan una amplia gama de timbres en sus divergentes medios, donde también se contraponen escritura tradicional, improvisación y texturas aleatorias. Momentos de reposo, sones marciales, de brutalidad sonora, todo sumado sugiere una especie de poema sinfónico, una narrativa donde Mezzano describe el horror del régimen militar, y deja ver su propio sentir antes aquellos hechos.
Macarena Rosmanich (1981)
Comienza a estudiar piano clásico a los nueve años para posteriormente ingresar a la carrera de Composición musical en la Universidad de Chile donde se forma con Aliocha Solovera y Jorge Pepi Alos, obteniendo la Licenciatura en Composición. Posteriormente ingresa a la Robert Schumann Musikhochschule en Düsseldorf, donde realiza un postgrado con el compositor José María Sánchez-Verdú. Sus obras han sido tocadas por ensambles tales como Lucilin en Luxemburgo, Vertixe Sonora Ensemble en España, Multilatérale en Francia, Musikfabrik y Recherche en Alemania. Actualmente realiza su segundo año de Master en Composición en Detmold bajo la tutela del compositor francés Fabien Lèvy.
Yo no sé del sol (2017) se inspira en la poesía de Alejandra Pizarnik, de quien toma la frase del título. El piano preparado se vuelve cómplice del oboe, buscando fundirse con él, mientras este busca transgredir sus propias fronteras sónicas. Así se llega a una exploración de timbres que a ratos da la sensación de un número mayor de intérpretes. El desarrollo se da de manera pausada, como en una especie de trance reflexivo en que los silencios ocupan un espacio de relevancia. Acordes de piano en rangos no intervenidos aportan un toque dramático, generando una tensión, una “tensa calma” podríamos decir, que va in crescendo, llevando al auditor a concentrarse en la naturaleza misma del sonido y olvidarse de los habituales parámetros musicales.
Francisco Silva (1978)
Realizó sus estudios de composición con Pablo Aranda, en la Universidad de Chile y en la Pontificia Universidad Católica. Sus obras han sido premiadas en diversos concursos: Concurso Luis Advis, Concurso Latinoamericano de Composición del Goethe Institut, Convocatoria de la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Concepción. Sus obras han sido interpretadas por el Ensamble Taller de Música Contemporánea UC, Trío Croma, Ensemble Fractus, Grupo Percusión Valparaíso, Orquesta de Cámara de Chile, Orquesta Sinfónica de la Serena, Orquesta Sinfónica de Concepción y Orquesta Clásica del Maule y dirigidas por destacados músicos como Juan Pablo Izquierdo, Pablo Aranda, Zsolt Nagy, Guillermo Rifo, y Francisco Rettig.
Su música es altamente detallista, concentrada en pequeñas cápsulas que vistas (u oídas) con detención revelan una ingente cantidad de información. Para él la escritura musical es un espacio de reflexión a la vez que un refugio. Por eso rechaza el concepto de música absoluta, ya que, según Silva, siempre una acción cotidiana, por muy banal que sea, o un pensamiento al azar en el momento de escribir va a influir en una obra. La música escrita da paso a un sonido, y por eso se vuelven importantes los espacios entre las notas, sean silencios o las propias resonancias resultantes, en un tratamiento instrumental generalmente apegado a la tradición. Dibujos (2017), estructurada en tres movimientos, es fiel reflejo de su trabajo, con un material altamente condensado, que requiere la mayor atención para aprehenderlo cabalmente. Oboe, piano y percusiones se aúnan en una especie de conversación fraternal. El compositor nos indica: “Estos trazos de música ‘dibujada’ son una invitación a ampliar la percepción y escuchar como si se tratara de la primera vez”. También nos da luces sobre la inspiración puntual de esta obra afirmando que “en el contexto de un neoliberalismo desatado, voraz y alienante, la escritura musical permite traer a la mano un mundo reflexivo, consciente y delicado”.
Andrés Núñez Mora (1981)
Comienza sus estudios de composición en la Universidad Católica con Pablo Aranda. Ha participado de los Festivales de Música Contemporánea de la Universidad Católica, Universidad de la Serena (MUSICAHORA), Universidad Austral (Encuentro de Música Chilena y Contemporánea), Universidad Tecnológica, entre otros escenarios del país. Además, ha participado del Festival Puentes de Ciudad de México (2012), y de la gira por Alemania de esta agrupación a las ciudades de Ravensburg, München, Oldenburg y Köln (2008). Desde el año 2007 hasta la fecha se desempeña como profesor en el Departamento de Música de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación, y desde 2016 en el Instituto de Música de la Universidad Alberto Hurtado.
Dedicada a Urquieta y al conjunto Tricahue, Unos al cuadrado (2017), nos sumerge en un sensual mundo abstracto, en que la fragmentación adquiere un sentido de unidad total. El título alude a las matemáticas, y precisamente el compositor parte de pequeños motivos, que van aumentando, potenciándose, generando progresivamente un envolvente entramado de las distintas voces. Alturas, distancias, gestualidades, figuras, duraciones, nada está puesto al azar en esta prolija partitura que va de lo micro a lo macro, una punta de iceberg que va revelando toda una mayor estructura maciza.
Juan Manuel Quinteros (1982)
Realizó sus estudios de composición en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, lugar en donde actualmente se desempeña como docente. Su trabajo, en el plano de la música de cámara y orquestal, está fuertemente relacionado a sus estudios del gesto sonoro y psicoacústica. Su labor le ha hecho merecedor de premios, menciones honrosas y encargos dentro y fuera del país. Su música ha sido ejecutada tanto en Latinoamérica, Europa y Norteamérica por destacadas agrupaciones como New York New Music Ensemble (NYNME), la Orquesta Sinfónica de Chile (OSCH), la Orquesta Filarmónica de Santiago, Ensemble ALEPH, la Orquesta de Cámara de Chile y la Orquesta Clásica Usach, entre algunas.
La indagación en la música rock, así como de otras tradiciones y lenguajes sonoros ha marcado su trabajo resultando una estética de desbordante energía, así como de recursos y materiales heterogéneos. Prolífico en la escritura para orquesta, el compositor ha desarrollado en los últimos años una serie de obras para instrumento solista con diversos acompañamientos, bajo el nombre de Manifesto. La presente Oboe Manifesto (2017) encuentra al aerófono acompañado por cuarteto de cuerdas, lo que en sí refleja un guiño a la tradición.
Coincidentemente, pese a ser la única pieza sin percusión en este disco, viento y arcos sugieren sonidos percutidos en algunos pasajes, incluyendo el impulsivo inicio, que establece la pulsión rítmica motora de la obra, que decae, se desvanece, generando una especie de pequeño drama, y en que el material está certeramente distribuido para un balance entre ársis y tésis.
Francisco Rañilao Elizondo (1981)
Es Licenciado en Artes c/m en Teoría de la Música y Licenciado en Composición Musical por la Universidad de Chile, donde estudió con Miguel Letelier, Rolando Cori, Oscar Carmona y Jorge Pepi-Alos, graduándose con distinción máxima en 2009. Asistió a seminarios y clases magistrales con Martin Matalon, Fabian Lévy, Luca Belcastro, Gabriele Manca y Philippe Leroux, entre otros. Sus obras se han interpretado en el Festival de Música Contemporánea de la Universidad de Chile, Festival de Música Contemporánea de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Festival Musicahora de la Universidad de La Serena, Instituto Italiano de Cultura, Biblioteca de Santiago, Biblioteca Nacional, Goethe Institut, y en el Edinburgh Festival Fringe en Escocia, Reino Unido. Ha sido nominado en los premios Pulsar por la composición “La metamorfosis de la mariposa” y ha sido finalista en el concurso de composición Luis Advis 2014.
Una mayor paleta de sonidos encontramos en La Metamorfosis de la Mariposa (2015), para oboe y conjunto instrumental. El compositor ha manifestado que la naturaleza ha sido importante fuente de inspiración para su música, lo que pareciera conectarse con sus raíces mapuches. Pero su lenguaje se enmarca en una estética más abstracta, entroncada con la tradición de la escritura, es decir, ajena a manifestaciones vernáculas de otras culturas. Colores visuales se transforman en colores musicales, y sonoridades naturales se traducen en material sónico de sus vívidas partituras. La obra es programática en relación con el título y, en palabras de su autor, el “énfasis estuvo puesto en las ideas de permanencia y cambio, en el entendido de que todos los seres que habitan el Universo están sometidos a la transformación constante, sin embargo, existe una esencia permanente que constituye lo real y verdadero”. No es difícil auditivamente conectar el título y las palabras del compositor con la música, cuya característica más exquisitamente irresistible es la manera en que juega con el material, lo modifica, como una metamorfosis.
Álvaro Gallegos
Producción musical: José Luis Urquieta
Producción: Juan Manuel Quinteros (Track 7)
Grabación, mezcla y masterización en Oir Estudio:
Raquel Painean y Jorge Albarnez (Tracks 1, 2, 3, 4, 5, 8)
Ingeniero de grabación: Felipe Leighton (Tracks 6 y 7)
Grabado en Estudio Sound Nation Records (Tracks 6 y 7)
Grabado en el Salón MECESUP
Departamento de Música de la Universidad de La Serena, Chile. (Tracks 2, 3, 8)
Texto de las obras: Álvaro Gallegos
Fotografía: Felipe Monardes Mena
Marzo – Diciembre 2017